La tecla mediática
Estructura de la Comunicación - Grupo 4
Influencia social de la televisión. Desde la infancia se consumen imágenes explícitas acomodando al espectador a la indiferencia ante cualquier imagen con un contenido no apropiado para los más pequeños. Desde la infancia tiene que ser creado una percepción crítica hacia lo correcto y lo no correcto, ese crítica tiene que ser expandida a todos los ámbitos, hasta la televisión que consumimos.
Una de las estrategias de la televisión es la captación de la atención del espectador, de esta manera te garantizas consumidores y por lo tanto beneficios. A través del desarrollo de las distintas tecnologías vinculadas con la televisión como la televisión interactiva, busca la participación del espectador a través del producto que el espectador esté visualizando. De esta manera garantizas la captación a través de la participación, todo forma parte de un juego.
Todo el mundo puede formar parte de este mundo interactivo que nos ofrece la televisión. La infancia y la adolescencia son los dos períodos básicos en la formación de una persona, la sensibilización a través de la educación de que debe consumir y que no, determinará el cambio de un espectador ignorante a un espectador crítico. Quieren que consumamos un producto televisivo en el que prime lo explícito e impactante, sonidos estridentes, alteraciones visuales constantes a través del color para atraer a los más pequeños. Mecanismos capciosos ante un público poco responsable.

en España
La televisión social
Espectador crítico y consumo responsable
Un post de Miguel Velasco

Todos estos problemas ha llevado a los investigadores y a los teóricos de los medios de comunicación a pensar sobre la influencia de la televisión, la prevención de un uso excesivo o dañino y la necesidad de que se desarrolle una legislación protectora de los derechos ciudadanos sobre el medio televisivo.
En la denominada televisión “pública” o la actual TDT, carece de contenido cultural, todo sigue una línea de empobrecimiento de la calidad televisiva en relación con años anteriores. Aumenta el número de canales pero disminuye la calidad televisiva. Si no cuentas con la posibilidad de contratar un servicio de pago, la oferta televisiva se verá reducida a los distintos servicios privados y su oferta televisiva.
Oferta limitada y contenido cuestionable es la herencia televisiva de la infancia y la adolescencia sino se implanta un planteamiento crítico hacia el producto que consumimos y a su vez un consumo responsable. De esta manera eliminas contenidos nocivos para el espectador a través de la demanda de éste de un producto de calidad, pero para que exista esa demanda, debe existir una crítica ante lo que estamos consumiendo.
Esta educación ante qué es bueno y qué es malo tiene que ser dada desde las estructuras iniciales en el proceso formativo de una persona. Cada uno es libre de seleccionar aquello que quiere consumir, pero estableciendo una noción sobre lo positivo o negativo ante el producto que demandas puede variar la oferta televisiva. Sino hay demanda de un producto, el producto se elimina, pero si “Sálvame” sigue siendo uno de los productos televisivos punteros en nuestra parrilla es que no se ha establecido un pensamiento crítico en el consumidor y en la demanda de un contenido de calidad.
La televisión es uno de los instrumentos con mayor capacidad de convencimiento y cargado de veracidad ficticia. Gran parte de la población utiliza la televisión como un referente de verdad, “Porque en la tele vi...” es uno de los argumentos más utilizados para dar credibilidad a la información. Esto es contraproducente ya que el no contrastar aquello que consumes o no ver sus pros y sus contras convierte al espectador en un mero instrumento sin capacidad crítica sobre aquello que quiere consumir.
Pensamiento crítico y consumo responsable son dos valores primordiales que deben estar presentes en la percepción de todo espectador. Tenemos que demandar un producto de calidad, pero para demandar un producto de calidad necesitamos ser receptores de calidad. No se debe aceptar cualquier producto con el fin de entretenerse y pasar el tiempo, el perder la mente en programas enlatados y carentes de ningún valor de calidad. Existe un entretenimiento de calidad a través de un producto de calidad pero todo depende del espectador y del producto que este demande.
A través del desarrollo de la crítica el consumo de la televisión será cada vez más responsable. Se rechazaran determinados valores los cuales no aporten nada al espectador. A través del establecimiento de una crítica se puede desarrollar una televisión de calidad y acorde a los gustos del consumidor. Combinando una televisión de calidad con un entretenimiento social de calidad a través del sesgo establecido por un público crítico, formado y responsable.
"Quieren que consumamos un producto en el que prime lo explícito y lo impactante"
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